La variabilidad de la frecuencia cardíaca (también llamada VFC) es la capacidad del organismo para ajustar de forma óptima la secuencia de los latidos del corazón y permitir así el mejor suministro posible de sangre al organismo, así como la demanda necesaria de oxígeno y otros nutrientes. - Latidos variables: signo de buen estado / buenas funciones - Secuencia de latidos rígida: signo de alto estrés / malas funciones